Museo de la papa frita en Brujas

El Museo de la Papa Frita (Frietmuseum en neerlandés) es un curioso museo ubicado en Brujas dedicado a la historia de la papa frita. Narra la historia desde los orígenes de la papa en América del Sur hasta su fritura, la cual, según los belgas, fue inventada por ellos.

Historia

Se cree que la historia de la papa nace hace unos 13 mil años, cuando crecía en la salvaje región montañosa de América del Sur, más precisamente entre Perú y Bolivia.

Posteriormente la papa fue cultivada y en los últimos 8000 años se ha convertido en un ingrediente fundamental de la dieta básica de los pueblos andinos.

La papa llegó a Europa recién a fines del siglo XV, aunque su arribo se vio rodeada de cierta sospecha. Mucha gente creía que la papa sólo servía para el forraje animal y pasó más de un siglo hasta que se consideró apta para el consumo humano.

Algunas versiones indican que la papa se convirtió en la dieta fundamental del ejército francés durante las guerras napoleónicas, generalmente como papas fritas. La mayoría de los estudiosos piensan que las papas fritas nacieron en Bélgica en 1700. Al congelarse los ríos en el invierno, los belgas reemplazaban su habitual dieta de pescado por papas fritas cortadas en trozos.

El edificio

El Museo de la Papa Frita fue creado en el edificio Saaihalle, uno de los más antiguos y mejor preservados de Brujas.

La parte más antigua del edificio data de 1399 y aún contiene varias de sus características originales.

Con el objetivo de asegurar el edificio, las reformas realizadas han conservado su historia para que los visitantes puedan disfrutar del museo en su totalidad, además de conocer el interior de un magnífico edificio del siglo XIV.

¿Qué ver?

El Museo de la Papa Frita alberga una gran variedad de papas y objetos relacionados con este tubérculo. Además cuenta con una maravillosa exposición de fotos y pinturas de los puestos de fritura belgas.

Además se exhibe un cortometraje sobre cómo preparar una buena papa frita.

Probarlas

Luego de recorrer el museo, nada mejor que llegar hasta el sótano para degustar una gran variedad de platos de carne guisada con una cerveza y acompañado de una buena porción de papas fritas.