Prinsenhof en Gante - Conociendo🌎

Prinsenhof, también conocido como Hof ten Walle, fue un edificio histórico que sirvió como la residencia oficial de los Condes de Flandes desde el siglo XV. El nombre Prinsenhof es una abreviación de la denominación flamenca original "Het prinselijke Hof ten Walle", que significa la Corte de los Príncipes en Walles, el nombre de la época del barrio en que se encuentra.

Historia

El Prinsenhof fue utilizado por los condes de Flandes al menos desde 1366. Anteriormente, el lugar había albergado la residencia del gobernador de Flandes y financiero Simón de Mirabello (Van Halen), adquirida por el castellano de Gante, y varias capillas dependientes de la Abadía Saint-Bavon. En ese momento se denominaba hof ten Walle.

Felipe III de Borgoña "el Bueno", que conocía bien esta residencia por haber vivido en ella durante su juventud, la hizo reconstruir por completo. Los regidores de Gante participaron en la obra haciendo desplazar la muralla de la ciudad, que pasaba cerca, para poder ampliar los fosos del castillo hasta los antiguos fosos de la ciudad. Como estos últimos estaban conectados con los canales, se podía llegar al castillo en barca, y así tomó su aspecto de isla palatina en medio de un lago artificial. Una nueva muralla se construyó alrededor del castillo a partir de 1499.

En el siglo XVII, esta residencia cayó en decadencia y terminó siendo vendida. A finales del siglo XVIII, Prinsenhof corrió el mismo destino que el Castillo de los Condes de Flandes: en sus ruinas se alzaron una refinería de azúcar y una fábrica de jabón, seguidas más tarde por una hilandería de algodón. De todo ello solo queda ahora la Donkere Poort (Puerta Oscura), llamada así en el siglo XIX por su aspecto a causa de la contaminación de las fábricas.

Arquitectura

El Prinsenhof reemplazó al Castillo de los Condes, una fortaleza austera que ya no correspondía a los criterios de confort de la época y no podía albergar a la corte de los Duques de Borgoña. A diferencia del castillo, el Prinsenhof disponía de grandes salas con mucha luz, un gran patio y varios jardines. Las primeras construcciones datan del siglo XIII, pero la ciudad y los príncipes contribuyeron a convertirlo en un palacio moderno para le época con más de 300 habitaciones.

En la orilla se construyó un pequeño palacio para acoger el zoológico ducal, rápidamente denominado Patio de los leones (het Leeuwenhof en neerlandés). Todavía estaba activo en el siglo XVI cuando Carlos I de España y V de Alemania, nacido en el Prinsenhof en 1500, envió cuatro leones capturados en Túnez en 1535.

Qué ver

Aunque gran parte del edificio original ya no existe, el barrio donde se encontraba todavía es interesante para visitar. Es uno de los muchos tesoros escondidos que guarda la ciudad. El primer fin de semana de septiembre se celebran aquí las fiestas del Prinsenhof con el mercadillo más grande de segunda mano en Gante.

En todo el barrio alrededor del Prinsenhof se respira la memoria del emperador Carlos V, quien debió regresar a su ciudad natal a causa de la resistencia ciudadana contra las medidas que tomaba. En el Prinsenhof recibió varias veces a las autoridades municipales e impuso a la ciudad en 1540 la Concessio Carolina que limitaba fuertemente sus libertades. Decenas de notables ganteses fueron obligados a arrodillarse (literalmente), vestidos de penitentes y con una soga al cuello. Diecisiete de ellos fueron decapitados y uno pereció en la hoguera.

Hoy en día, los ganteses están orgullosos de su nombre de guerra de stroppendragers (“los que llevan la soga”), pero en aquella época las cosas eran muy diferentes.